http://incosec.sumospace.com/?p=747
jueves, 7 de junio de 2012
Es alarmante como día a día se lee, escucha ,en los diarios nacionales y medios de comunicación del país, como se ha venido incrememntando la violencia en el territorio nacional, en donde ciudades como Caracas. Valencia, Barquisimeto, Maracaibo, San Cristobal el número de asesinatos, robos es alarmante, que en vez de disminuir se siguen incrementando
Hechos que lamentablemente la Revolución Bolivariana que acaba de cumplior 10 años, bajo la dirección del teniente coronel Hugo Chávez no ha podido controlar, en donde hay muchos antecedentes que la perjudican, y en donde cada vez más manifiesta la inseguridad .
Hay antecedentes que indican, que muchos de los asesinatos es perpetuado por guardias, polícias y en donde todo parece indicar, que no hay iostemas de control que garanticen seguridad, que estos hechos no se sigan dando, en donde el sicareato por encargo opera libremente.
Por tanto, es sumamente preocupante, que los mismos organos de vigilar, garantizar la seguridad se vean involucrados en muchos de los asesinatos, y no nos debe soprender, como algunos manifiestan que, a esta complejidad se suman otros elementos que dificultan aún más la elaboración de políticas adecuadas, como la escasez de estudios sobre seguridad pública y la inexistencia de sistemas estadísticos oficiales plenamente confiables; así como una policía calificada, preparada para afrontar esta realidad.
Es muy alta la posibilidad, que de diez personas, 7 u 8 personas se cvonviertan en víctima de un delito, en donde los hechos alarmantes de asesinato, sicariatos, pase de cuentas, robos, suceden abiertamente en cualquier punto de las ciudades señaladas. Todo indica, que una inmensa mayoría opinen, que las autoridades no están en condiciones de resolver la situación de inseguridad.
Interesante es determinar el por qué la causa de ello. Se dice, que puede ser el consumo de drogas, el desempleo, venganzas, falta de autoridad, castigo, leyes que no se cumplen, turbulencia agresiva, odio, que el país presenta, corrupción.
Ante esta realidad, ha conllevado que los ciudadanos transiten en las calles con temor a ser asesinados, robados y como alguién escribía sobre esta realidad, a que la inseguridad es tan grande que ha creado en la población temor y angustia, lo que ha reducido notoriamente la calidad de vida de los ciudadanos, que se han visto obligados a tomar medidas desacostumbradas, como vivir entre rejas, evitar salidas nocturnas, contratar servicios de seguridad privada, blindar automóviles, y caminar y desplazarse en estado de alerta permanente, entre muchas otras. Asimismo, los responsables de velar por la seguridad responden con medidas aisladas, como el incremento del número de policías o la construcción de nuevas cárceles.
Es muy acertado lo que señala el Diario la Nación de Buenos Aires, en su editorial, que la inseguridad como problema complejo tiene que abordarse desde una perspectiva integral. Por consiguiente, la política de seguridad que se implemente tiene que incluir todos los factores que hacen a su problemática. Y ello deberá realizarse rápidamente, dado que la percepción actual es que el Estado es ineficaz para resolver el problema.
El Presidente Chávez que afronta grandes retos en el presente, en donde hay una oposición que cada vez más se incrementa en contra de sus acciones, debe estar vigilante de como la violencia, inseguridad se está manifestando a fin de que ello, no le cause problemas de disconformidad, revueltas, que le pueden perjudicar en su gestión. De frenar los actos directivos, el que la violencia no se propicie y garantizar al venezolano y a todo aquel que visita al país, seguridad.
http://chale.lacoctelera.net/post/2009/02/08/violencia-inseguridad-venezuela
Venezuela azotada por la delincuencia y sus consecuencias
Venezuela está siendo gravemente golpeada por la delincuencia.
Si hacemos una encuesta me atrevo a decir que sale en primer lugar entre los problemas que azotan al venezolano y extranjeros que habitan el país. Es causa, la primera, de emigración.
Ayer corroboré, a través de la prensa regional, lo que ocurrió el pasado viernes en el popular barrio Amparo de Maracaibo.
Resulta que, un ciudadano, sargento de la Guardia Nacional, de intachable y larga trayectoria al servicio de esta Institución, se bañaba, quizas para ir al cumplimiento diario de sus deberes, cuando oye los gritos de su esposa y de su hija. Rápidamente, se asoma y ve como tres delincuentes, que presuntamente forman parte de la banda que mantiene en pánico a todos los residentes de los barrios y urbanizaciones del sector, por sus contínuos atracos, robos y asaltos, él busca su pistola, los enfrenta, hiere a dos y escapan dos; pero lo asesinan. Una bala acabó instantáneamente con su vida. Una vida útil para su familia y para el país.
Uno de los heridos. Hampón de amplio prontuario, como atracador y ladrón de carros, que la gente se pregunta cómo es posible que ande en libertad, es atrapado por los vecinos enadercidos.
La turba le cae a piedras, a golpes, patadas, ... y lo lincha. Y cuando lo llevan al hospital ingresa sin signos vitales.
Lo narrado forma parte de la tragedia que vive Venezuela. Azotada por la inseguridad. Es un drama diario.
Al momento de ser interrogada una de las personas que intervino en el linchamiento, por qué no llamaron la policía, dijo:
No creemos en ninguna policía. Son más delincuentes que ellos. Y no me arrepiento de haber participado en ese linchamiento. Bien merecido lo tiene. Y como el Estado no nos protege hemos decidido hacerlo nosotros mismos.
Recuerdo, que, en otros hechos, de iguales o parecidas características, una señora, también una mujer - que valiente la venezolana- manifestó que a Chávez no le preocupa la angustia, la paranoia que vivimos porque el carga muchos anillos que lo protegen, nosotros estamos a merced del hampa.
Grave cuando la justicia se toma por las propias manos. Es anarquía. Es no querer al Estado, a sus jueces, policías, gobernantes y representantes. Y es porque no les garantiza seguridad.
Tiene la palabra señor Presidente. Y, por favor, no repita aquello de que se justifica robar cuando se tiene hambre
Si hacemos una encuesta me atrevo a decir que sale en primer lugar entre los problemas que azotan al venezolano y extranjeros que habitan el país. Es causa, la primera, de emigración.
Ayer corroboré, a través de la prensa regional, lo que ocurrió el pasado viernes en el popular barrio Amparo de Maracaibo.
Resulta que, un ciudadano, sargento de la Guardia Nacional, de intachable y larga trayectoria al servicio de esta Institución, se bañaba, quizas para ir al cumplimiento diario de sus deberes, cuando oye los gritos de su esposa y de su hija. Rápidamente, se asoma y ve como tres delincuentes, que presuntamente forman parte de la banda que mantiene en pánico a todos los residentes de los barrios y urbanizaciones del sector, por sus contínuos atracos, robos y asaltos, él busca su pistola, los enfrenta, hiere a dos y escapan dos; pero lo asesinan. Una bala acabó instantáneamente con su vida. Una vida útil para su familia y para el país.
Uno de los heridos. Hampón de amplio prontuario, como atracador y ladrón de carros, que la gente se pregunta cómo es posible que ande en libertad, es atrapado por los vecinos enadercidos.
La turba le cae a piedras, a golpes, patadas, ... y lo lincha. Y cuando lo llevan al hospital ingresa sin signos vitales.
Lo narrado forma parte de la tragedia que vive Venezuela. Azotada por la inseguridad. Es un drama diario.
Al momento de ser interrogada una de las personas que intervino en el linchamiento, por qué no llamaron la policía, dijo:
No creemos en ninguna policía. Son más delincuentes que ellos. Y no me arrepiento de haber participado en ese linchamiento. Bien merecido lo tiene. Y como el Estado no nos protege hemos decidido hacerlo nosotros mismos.
Recuerdo, que, en otros hechos, de iguales o parecidas características, una señora, también una mujer - que valiente la venezolana- manifestó que a Chávez no le preocupa la angustia, la paranoia que vivimos porque el carga muchos anillos que lo protegen, nosotros estamos a merced del hampa.
Grave cuando la justicia se toma por las propias manos. Es anarquía. Es no querer al Estado, a sus jueces, policías, gobernantes y representantes. Y es porque no les garantiza seguridad.
Tiene la palabra señor Presidente. Y, por favor, no repita aquello de que se justifica robar cuando se tiene hambre
Medidas Preventivas
Medidas preventivas
¿Por qué prevenir? Es importante responder a esta pregunta por muchos motivos. A continuación figuran algunas de las razones por las que conviene elegir la prevención como herramienta básica para la reducción sostenida de la delincuencia, la violencia y la inseguridad:
Medidas que corresponde adoptar a la policía y la sociedad en general
La policía desempeña un importante papel en las actividades tendentes a garantizar la seguridad y la sensación de seguridad. Sin embargo, conviene no considerar estas cuestiones como un problema puramente policial, sino como un problema de la sociedad.
Para crear sensación de seguridad en un vecindario, la policía ha de trabajar cerca de los ciudadanos y aumentar su presencia, dejándose ver por la calle. Resulta también ventajoso que la composición del personal de la policía refleje la diversidad de la población.
La policía puede ejercer una acción tanto preventiva como represiva, pero es necesario que, con objeto de lograr una mayor eficacia, otras autoridades y otras entidades de la colectividad desempeñen también una acción con respecto a la delincuencia. Entre los interlocutores que pueden colaborar con la policía de modo significativo, cabe citar los servicios sociales, los centros escolares, las asociaciones de empresarios, los habitantes de la zona considerada, las organizaciones de voluntariado, etc. La cooperación y la colaboración entre estas instancias y colectivos puede permitir llevar a cabo una acción vigorosa y eficaz de prevención de la delincuencia.
En algunos países existen contratos de seguridad locales para una zona dada concertados entre la policía, los tribunales, las autoridades educativas, las organizaciones y los cargos electos con el fin de mejorar las labores de prevención de la delincuencia y de aumentar la seguridad general.
Otros ejemplos son los grupos de consulta en los que participa la policía local y representantes de la colectividad, y que obtienen muy buenos resultados gracias, entre otras cosas, a que proporcionan informaciones a la policía, de tal manera que ésta se halla en situación de investigar en los casos de delincuencia que, sin ello, le hubiera resultado difícil esclarecer.
Obligaciones de los ciudadanos
No solo son las conductas delictivas las que crean inseguridad, los malos comportamientos pueden contribuir también en grado máximo a crear ese sentimiento. Si el control social desaparece, esos comportamientos pueden hacerse más corrientes.
Incluso si los ciudadanos tienen derecho a estar y sentirse seguros, no hay que olvidar por ello las obligaciones que les corresponden para lograr esa seguridad. El ciudadano debe ser informado de las obligaciones que tiene para promover la solidaridad y la seguridad en su vecindario. Para convertir la ciudad en un lugar humano donde vivir, hay que favorecer la adopción de medidas destinadas a impedir la marginación de los adolescentes y hay que luchar contra la discriminación en la sociedad y en la vida laboral así como luchar contra las toxicomanías y la violencia en los centros educativos. La población no puede seguir haciendo la vista gorda en cuestiones de delincuencia y ante infracciones contra el orden público, sino que todos, en el marco de sus posibilidades, deben contribuir a solucionar los problemas.
De este trabajo podemos concluir que la delincuencia es un gusano que carcome a la sociedad. Hay tres parásitos que corroen nuestro país: la corrupción, la delincuencia, y el abuso de poder.
A mí parecer, ya no se encuentran políticos como Jesús Jiménez, Alfredo González Flores, Rodrigo Carazo, León Cortés y, por supuesto, nuestro bien amado Don Pepe, que en realidad tuvieron (y perdóneseme la expresión) cojones para cambiar lo que se tenía que cambiar, arreglar lo que se tenía que arreglar, y desechar lo que se tenía que desechar.
Costa Rica, nuestro país de paz, admirado por todo el mundo porque vivimos sin guerra, por no tener ejército, tiene hoy en día una renta más: el gobierno. Los políticos corruptos que se dieron cuenta que con el poder se llega al dinero, y deforman la realidad con promesas falsas.
Sé que el tema de delincuencia pareciera no tener que ver con esto, pero sí tiene. Al pueblo ver como sus esperanzas depositadas en un político, al cual admiraban y dieron su voto de confianza, se ve desvanecido, se sienten engañados. Viendo que grandes corruptos se enriquecen, ellos lo quieren también.
Pongámonos más serios y llevemos las riendas de un país que es fácil de domar, que se adormece en un lecho de rosas, aunque alrededor estén explotando granadas.
Bibliografía
Delincuencia en Venezuela
Sitio Web con información acerca de delincuencia
http://www.seguritotal.com/
Delincuencia en cifras
¿Cuánto cuesta la delincuencia?
http://slaq.prw.net/delin.html
Impresiones personales
¿Por qué prevenir? Es importante responder a esta pregunta por muchos motivos. A continuación figuran algunas de las razones por las que conviene elegir la prevención como herramienta básica para la reducción sostenida de la delincuencia, la violencia y la inseguridad:
- La aplicación de criterios preventivos requiere un riguroso análisis de las causas de la delincuencia y la violencia y la aplicación de una serie de medidas muy eficaces para reducir a corto y largo plazo la cantidad de víctimas y delincuentes. Esas medidas son, entre otras:
- un diseño urbano más seguro (espacios públicos y sistemas de transporte público);
- el apoyo a los niños, los jóvenes y las familias vulnerables;
- el fomento de la responsabilidad y la creación de conciencia de la comunidad;
- la capacitación y creación de empleos para los jóvenes de las zonas pobres;
- la prestación de servicios de proximidad, especialmente de policía y de justicia;
- la reinserción social de los delincuentes jóvenes;
- la asistencia a las víctimas de delitos.
- Los criterios preventivos alientan la aplicación de medidas multisectoriales y concertadas en las que participan las municipalidades, la policía, el sistema de justicia, los servicios sociales y de salud, los servicios de vivienda, el sector privado y las organizaciones comunitarias, etc.
- Los resultados de los estudios longitudinales que se llevaron a cabo con grupos de control durante mucho años coinciden en los importantes beneficios derivados de la aplicación de criterios preventivos.
- Los beneficios económicos derivados de la aplicación de medidas de prevención del delito, comparados a los de las respuestas tradicionales, basadas en la aplicación de la ley y el encarcelamiento. En algunos casos, los análisis en que se comparan estas dos respuestas muestran una proporción de 1 a 6 a favor de la prevención del delito.
- Los costos astronómicos que acarrean el delito y la violencia para los países, las ciudades y la población. Según el Informe de Desarrollo Humano de 1994 publicado por las Naciones Unidas, estos costos aproximan los 425.000 millones de dólares en los Estados Unidos, es decir 4.000 dólares por familia por año. Los costos incluyen los servicios de policía y las cárceles y los costos derivados de las muertes y traumatismos, el deterioro económico y los daños a la propiedad.
Medidas que corresponde adoptar a la policía y la sociedad en general
La policía desempeña un importante papel en las actividades tendentes a garantizar la seguridad y la sensación de seguridad. Sin embargo, conviene no considerar estas cuestiones como un problema puramente policial, sino como un problema de la sociedad.
Para crear sensación de seguridad en un vecindario, la policía ha de trabajar cerca de los ciudadanos y aumentar su presencia, dejándose ver por la calle. Resulta también ventajoso que la composición del personal de la policía refleje la diversidad de la población.
La policía puede ejercer una acción tanto preventiva como represiva, pero es necesario que, con objeto de lograr una mayor eficacia, otras autoridades y otras entidades de la colectividad desempeñen también una acción con respecto a la delincuencia. Entre los interlocutores que pueden colaborar con la policía de modo significativo, cabe citar los servicios sociales, los centros escolares, las asociaciones de empresarios, los habitantes de la zona considerada, las organizaciones de voluntariado, etc. La cooperación y la colaboración entre estas instancias y colectivos puede permitir llevar a cabo una acción vigorosa y eficaz de prevención de la delincuencia.
En algunos países existen contratos de seguridad locales para una zona dada concertados entre la policía, los tribunales, las autoridades educativas, las organizaciones y los cargos electos con el fin de mejorar las labores de prevención de la delincuencia y de aumentar la seguridad general.
Otros ejemplos son los grupos de consulta en los que participa la policía local y representantes de la colectividad, y que obtienen muy buenos resultados gracias, entre otras cosas, a que proporcionan informaciones a la policía, de tal manera que ésta se halla en situación de investigar en los casos de delincuencia que, sin ello, le hubiera resultado difícil esclarecer.
Obligaciones de los ciudadanos
No solo son las conductas delictivas las que crean inseguridad, los malos comportamientos pueden contribuir también en grado máximo a crear ese sentimiento. Si el control social desaparece, esos comportamientos pueden hacerse más corrientes.
Incluso si los ciudadanos tienen derecho a estar y sentirse seguros, no hay que olvidar por ello las obligaciones que les corresponden para lograr esa seguridad. El ciudadano debe ser informado de las obligaciones que tiene para promover la solidaridad y la seguridad en su vecindario. Para convertir la ciudad en un lugar humano donde vivir, hay que favorecer la adopción de medidas destinadas a impedir la marginación de los adolescentes y hay que luchar contra la discriminación en la sociedad y en la vida laboral así como luchar contra las toxicomanías y la violencia en los centros educativos. La población no puede seguir haciendo la vista gorda en cuestiones de delincuencia y ante infracciones contra el orden público, sino que todos, en el marco de sus posibilidades, deben contribuir a solucionar los problemas.
De este trabajo podemos concluir que la delincuencia es un gusano que carcome a la sociedad. Hay tres parásitos que corroen nuestro país: la corrupción, la delincuencia, y el abuso de poder.
A mí parecer, ya no se encuentran políticos como Jesús Jiménez, Alfredo González Flores, Rodrigo Carazo, León Cortés y, por supuesto, nuestro bien amado Don Pepe, que en realidad tuvieron (y perdóneseme la expresión) cojones para cambiar lo que se tenía que cambiar, arreglar lo que se tenía que arreglar, y desechar lo que se tenía que desechar.
Costa Rica, nuestro país de paz, admirado por todo el mundo porque vivimos sin guerra, por no tener ejército, tiene hoy en día una renta más: el gobierno. Los políticos corruptos que se dieron cuenta que con el poder se llega al dinero, y deforman la realidad con promesas falsas.
Sé que el tema de delincuencia pareciera no tener que ver con esto, pero sí tiene. Al pueblo ver como sus esperanzas depositadas en un político, al cual admiraban y dieron su voto de confianza, se ve desvanecido, se sienten engañados. Viendo que grandes corruptos se enriquecen, ellos lo quieren también.
Pongámonos más serios y llevemos las riendas de un país que es fácil de domar, que se adormece en un lecho de rosas, aunque alrededor estén explotando granadas.
Bibliografía
Delincuencia en Venezuela
Sitio Web con información acerca de delincuencia
http://www.seguritotal.com/
Delincuencia en cifras
¿Cuánto cuesta la delincuencia?
http://slaq.prw.net/delin.html
Impresiones personales
Causas y consecuencias de la inseguridad en Venezuela
La criminalidad en Venezuela
Estudios comparativos del delito en el mundo han mostrado que países con represivos y equivalentes sistemas policiales muestran diferentes resultados en el índice de criminalidad. Así es el caso de los Estados Unidos y Singapur, en donde el primero, posee un promedio de asesinatos 4 veces mayor que en los países de la Europa occidental mientras Singapur posee uno de los menores índices de este fenómeno en el mundo. Si se pregunta a cualquier persona acerca de las principales causas de la criminalidad probablemente una de las primeras respuestas será: la falta de un sistema policial represivo y eficiente. Más que causa, esto es más bien una consecuencia, elemento castigador más no preventivo. Es necesario entender que numerosos factores contribuyen a afectar el índice de criminalidad y se debe profundizar y determinar verdaderas causas antes de pretender resolver el problema con más policías y más cárceles. Un reciente reporte del Departamento de Justicia en Estados Unidos dio a conocer que este país tiene el más alto numero de presos per cápita en el mundo, actualmente alrededor de 5.6 millones de presos. Esto es, 1 de cada 37 adultos que viven en los Estados Unidos está en la cárcel. La interrogante es, ¿ha disminuido esta fiebre carcelaria el fenómeno de la criminalidad en los Estados Unidos en los últimos años? El constante aumento de presos demuestra lo contrario. El problema de la criminalidad aumenta en este país pero se encubre con más presos y cárceles. El crimen persiste y se agudiza porque las diferencias sociales se comportan de igual manera. No ha habido por ejemplo una respuesta del sistema a las dramáticas injusticias sociales que perjudican a las minorías negras e hispanas, gran mayoría en las cárceles norteamericanas. Este rico país no atiende sino más bien fomenta elementos y valores que incitan a delinquir como la delirante carrera por la riqueza económica, exacerbado materialismo, egoísmo e individualismo extremo, racismo, etc. Pero los gringos son prácticos y obtusos, acuden directamente al castigo sin escatimar en la prevención del delito o rehabilitación del delincuente, trabajo mucho más engorroso que tendría que empezar por alterar las actuales bases de un sistema que genera delincuencia pero también y de manera proporcional mucha riqueza, lo cual es primordial para ellos.
http://www.aporrea.org/ddhh/a21281.html
Estudios comparativos del delito en el mundo han mostrado que países con represivos y equivalentes sistemas policiales muestran diferentes resultados en el índice de criminalidad. Así es el caso de los Estados Unidos y Singapur, en donde el primero, posee un promedio de asesinatos 4 veces mayor que en los países de la Europa occidental mientras Singapur posee uno de los menores índices de este fenómeno en el mundo. Si se pregunta a cualquier persona acerca de las principales causas de la criminalidad probablemente una de las primeras respuestas será: la falta de un sistema policial represivo y eficiente. Más que causa, esto es más bien una consecuencia, elemento castigador más no preventivo. Es necesario entender que numerosos factores contribuyen a afectar el índice de criminalidad y se debe profundizar y determinar verdaderas causas antes de pretender resolver el problema con más policías y más cárceles. Un reciente reporte del Departamento de Justicia en Estados Unidos dio a conocer que este país tiene el más alto numero de presos per cápita en el mundo, actualmente alrededor de 5.6 millones de presos. Esto es, 1 de cada 37 adultos que viven en los Estados Unidos está en la cárcel. La interrogante es, ¿ha disminuido esta fiebre carcelaria el fenómeno de la criminalidad en los Estados Unidos en los últimos años? El constante aumento de presos demuestra lo contrario. El problema de la criminalidad aumenta en este país pero se encubre con más presos y cárceles. El crimen persiste y se agudiza porque las diferencias sociales se comportan de igual manera. No ha habido por ejemplo una respuesta del sistema a las dramáticas injusticias sociales que perjudican a las minorías negras e hispanas, gran mayoría en las cárceles norteamericanas. Este rico país no atiende sino más bien fomenta elementos y valores que incitan a delinquir como la delirante carrera por la riqueza económica, exacerbado materialismo, egoísmo e individualismo extremo, racismo, etc. Pero los gringos son prácticos y obtusos, acuden directamente al castigo sin escatimar en la prevención del delito o rehabilitación del delincuente, trabajo mucho más engorroso que tendría que empezar por alterar las actuales bases de un sistema que genera delincuencia pero también y de manera proporcional mucha riqueza, lo cual es primordial para ellos.
http://www.aporrea.org/ddhh/a21281.html
Problema de la inseguridad en Venezuela
“Presidente usted es el problema de la inseguridad en Venezuela, es evidente su falta de compromiso”
(Caracas, 31 de mayo. Noticias24) El diputado Juan Carlos Caldera, miembro de la Comisión Mixta de Desarme, fijó posición en cuanto al problema de la inseguridad y la Ley Desarme.
“A cuatro meses de su derrota electoral el Presidente de la República anuncia una misión (…) nos sorprende su desconocimiento sobre el tema de la inseguridad, lo cual es evidente su falta de compromiso con este problema.”
Señaló que en 13 años nunca han escuchado al Jefe de Estado a ponerse en primera persona sobre esta problemática “lo hemos visto mirando a los lados a ver a quién le echa la culpa sobre el problema de la inseguridad. “Presidente usted es el problema de la inseguridad en Venezuela y es usted porque en 13 años nunca ha asumido un compromiso directo con esto”, apuntó.
Destacó que el nuevo Plan de Seguridad fomentado por el Ejecutivo Nacional se contempla la reforma del Copp “El Copp ha tenido muchas reformas, han habido cinco, cada vez que se habla del problema de la seguridad se les ocurre trasformarlo desde el 2000, 2001, 2005, 2008, 2009 en todos los casos el discurso es el mismo “, sentenció.
“El problema en Venezuela no es de reforma, sino que el Gobierno abusa a través de una Ley habilitante una Ley tan indispensable y delicada como el Código Penal Venezolano”.
Al respecto, destacó mediante cifras oficiales que en el año 1999 se registraron 25 homicidios por cada 100 mil habitantes y en el 2011 se suscitaron 50 homicidios por cada 100 mil habitantes. “La conclusión, es un fracasó en la política de seguridad, la vida de los venezolanos nunca ha sido prioridad para este Gobierno”
.
Por otra parte, Caldera aseguró que el problema de la violencia en el país no se resuelve sacando a más personas de las cárceles como se pretende, pues consideró que “el problema no son las leyes, sino que el sistema de justicia funcione”.
El parlamentario reiteró la obligación que tiene la Asamblea Nacional para discutir el Código Penal en el seno del parlamento y no en Miraflores.
http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/110169/bloque-parlamentario-de-la-unidad-se-pronuncia-sobre-la-inseguridad-y-la-ley-desarme/
“A cuatro meses de su derrota electoral el Presidente de la República anuncia una misión (…) nos sorprende su desconocimiento sobre el tema de la inseguridad, lo cual es evidente su falta de compromiso con este problema.”
Señaló que en 13 años nunca han escuchado al Jefe de Estado a ponerse en primera persona sobre esta problemática “lo hemos visto mirando a los lados a ver a quién le echa la culpa sobre el problema de la inseguridad. “Presidente usted es el problema de la inseguridad en Venezuela y es usted porque en 13 años nunca ha asumido un compromiso directo con esto”, apuntó.
Destacó que el nuevo Plan de Seguridad fomentado por el Ejecutivo Nacional se contempla la reforma del Copp “El Copp ha tenido muchas reformas, han habido cinco, cada vez que se habla del problema de la seguridad se les ocurre trasformarlo desde el 2000, 2001, 2005, 2008, 2009 en todos los casos el discurso es el mismo “, sentenció.
“El problema en Venezuela no es de reforma, sino que el Gobierno abusa a través de una Ley habilitante una Ley tan indispensable y delicada como el Código Penal Venezolano”.
Al respecto, destacó mediante cifras oficiales que en el año 1999 se registraron 25 homicidios por cada 100 mil habitantes y en el 2011 se suscitaron 50 homicidios por cada 100 mil habitantes. “La conclusión, es un fracasó en la política de seguridad, la vida de los venezolanos nunca ha sido prioridad para este Gobierno”
.
Por otra parte, Caldera aseguró que el problema de la violencia en el país no se resuelve sacando a más personas de las cárceles como se pretende, pues consideró que “el problema no son las leyes, sino que el sistema de justicia funcione”.
El parlamentario reiteró la obligación que tiene la Asamblea Nacional para discutir el Código Penal en el seno del parlamento y no en Miraflores.
http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/110169/bloque-parlamentario-de-la-unidad-se-pronuncia-sobre-la-inseguridad-y-la-ley-desarme/
La mayor preocupacion de la Población
VENEZUELA: , mayor preocupación de la población
http://www.taringa.net/posts/info/2171425/La-Inseguridad-de-Venezuela.html
CARACAS La inseguridad es la principal preocupación en Venezuela. Más de cien personas son asesinadas cada fin de semana, y hay un auge tanto de las ejecuciones sumarias por parte de los de seguridad como de los linchamientos de delincuentes en los barrios populares de esta capital.
Más de 7.000 personas habían sido asesinadas durante el año 2000, sólo hasta mediados de noviembre.
Más de 42 por ciento de la población afirma que el principal problema del país -y también el suyo propio- es la inseguridad, según una encuesta de la consultora Datanálisis.
Venezuela Posible, una organización no gubernamental, reclamó a la Defensoría del Pueblo que convoque a todas las instancias del gobierno para orientar todos los recursos humanos, técnicos y financieros a detener el derramamiento de sangre.
El diputado oficialista Carlos Tablante, afirmó que el gobierno debe declarar una emergencia en materia de seguridad ciudadana, en atención al intolerable número de muertes durante los fines de semana y los informes sobre ejecuciones extrajudiciales por parte de los cuerpos de seguridad del Estado.
El arzobispo Baltazar Porras, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, afirmó que no es responsabilidad sólo del gobierno emprender acciones para enfrentar el alto índice delictivo en el país, porque son muchos los actores sociales involucrados que deben colaborar para resolver el problema.
Porras expresó que debe investigarse si existe una política de exterminio de delincuentes por parte de órganos de seguridad del Estado, en tanto consideró que los linchamientos constituyen un problema muy complejo.
Jaqueado por denuncias y estadísticas, el ministro de Interior y Justicia, el coronel retirado Luis Alfonso Dávila, anunció la realización una campaña nacional para la prevención del delito.
A través de contratos con empresas y fundaciones se llevará a cabo un programa de educación para la convivencia y ciudadana en procesos de desarrollo y se realizará una encuesta nacional para determinar las razones que determinan la situación de violencia en Venezuela y poder atacarla, informó.
"Tenemos que luchar contra la delincuencia, pero manteniendo blindada nuestra Constitución, que es una de las más avanzadas del mundo en materia de derechos humanos", declaró Tablante.
Entre las medidas propuestas por el parlamentario figura un desarme general, "porque hay un exceso de portes de armas, incluso en manos de gente acusada de crímenes, lo que muestra que en muchos niveles hay una asociación entre delincuentes y funcionarios".
Ante las exigencias de investigar a presuntos escuadrones de la muerte, el Fiscal General, Isaías Rodríguez, respondió que mientras estuvo en el gobierno como vicepresidente nunca se discutió una política de exterminio de delincuentes y "si alguien lo hubiera planteado, hubiese sido rechazada", aseguró.
En el primer semestre del 2000, fueron abatidos por los cuerpos de seguridad del Estado más de 500 presuntos delincuentes, una cifra que llamó la atención a la Defensoría del Pueblo, que alertó sobre el peligro de las ejecuciones sumarias o extrajudiciales.
El criminólogo Javier Gorriño destacó el cambio de actitud de la sociedad ante el delincuente, que antes lo veía incluso como "un Robin Hood que ayudaba a gente de la comunidad para que no se le señalara", mientras ahora se produce "el linchamiento de los 'malandros' en los barrios".
Gorriño aseguró que más del 90 por ciento de las muertes son producto de peleas entre bandas, por el control de una zona para la distribución de droga.
Otro criminólogo, Fermín Mármol León, ex director de la PTJ y ex ministro de Justicia, señaló tres factores para el incremento de la delincuencia: un mayor consumo de drogas, la impunidad y el odio social.
http://www.taringa.net/posts/info/2171425/La-Inseguridad-de-Venezuela.html
CARACAS La inseguridad es la principal preocupación en Venezuela. Más de cien personas son asesinadas cada fin de semana, y hay un auge tanto de las ejecuciones sumarias por parte de los de seguridad como de los linchamientos de delincuentes en los barrios populares de esta capital.
Más de 7.000 personas habían sido asesinadas durante el año 2000, sólo hasta mediados de noviembre.
Más de 42 por ciento de la población afirma que el principal problema del país -y también el suyo propio- es la inseguridad, según una encuesta de la consultora Datanálisis.
Venezuela Posible, una organización no gubernamental, reclamó a la Defensoría del Pueblo que convoque a todas las instancias del gobierno para orientar todos los recursos humanos, técnicos y financieros a detener el derramamiento de sangre.
El diputado oficialista Carlos Tablante, afirmó que el gobierno debe declarar una emergencia en materia de seguridad ciudadana, en atención al intolerable número de muertes durante los fines de semana y los informes sobre ejecuciones extrajudiciales por parte de los cuerpos de seguridad del Estado.
El arzobispo Baltazar Porras, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, afirmó que no es responsabilidad sólo del gobierno emprender acciones para enfrentar el alto índice delictivo en el país, porque son muchos los actores sociales involucrados que deben colaborar para resolver el problema.
Porras expresó que debe investigarse si existe una política de exterminio de delincuentes por parte de órganos de seguridad del Estado, en tanto consideró que los linchamientos constituyen un problema muy complejo.
Jaqueado por denuncias y estadísticas, el ministro de Interior y Justicia, el coronel retirado Luis Alfonso Dávila, anunció la realización una campaña nacional para la prevención del delito.
A través de contratos con empresas y fundaciones se llevará a cabo un programa de educación para la convivencia y ciudadana en procesos de desarrollo y se realizará una encuesta nacional para determinar las razones que determinan la situación de violencia en Venezuela y poder atacarla, informó.
"Tenemos que luchar contra la delincuencia, pero manteniendo blindada nuestra Constitución, que es una de las más avanzadas del mundo en materia de derechos humanos", declaró Tablante.
Entre las medidas propuestas por el parlamentario figura un desarme general, "porque hay un exceso de portes de armas, incluso en manos de gente acusada de crímenes, lo que muestra que en muchos niveles hay una asociación entre delincuentes y funcionarios".
Ante las exigencias de investigar a presuntos escuadrones de la muerte, el Fiscal General, Isaías Rodríguez, respondió que mientras estuvo en el gobierno como vicepresidente nunca se discutió una política de exterminio de delincuentes y "si alguien lo hubiera planteado, hubiese sido rechazada", aseguró.
En el primer semestre del 2000, fueron abatidos por los cuerpos de seguridad del Estado más de 500 presuntos delincuentes, una cifra que llamó la atención a la Defensoría del Pueblo, que alertó sobre el peligro de las ejecuciones sumarias o extrajudiciales.
El criminólogo Javier Gorriño destacó el cambio de actitud de la sociedad ante el delincuente, que antes lo veía incluso como "un Robin Hood que ayudaba a gente de la comunidad para que no se le señalara", mientras ahora se produce "el linchamiento de los 'malandros' en los barrios".
Gorriño aseguró que más del 90 por ciento de las muertes son producto de peleas entre bandas, por el control de una zona para la distribución de droga.
Otro criminólogo, Fermín Mármol León, ex director de la PTJ y ex ministro de Justicia, señaló tres factores para el incremento de la delincuencia: un mayor consumo de drogas, la impunidad y el odio social.
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